-Me da lo mismo lo que me diga la gente. La gente me dice lo que quiero escuchar, lo que no se atreven a decirme a la cara es que estoy horrible y gorda, así no voy a gustarle nunca a nadie.
-Atiéndeme... Yo puedo llegar a entender que te veas así pero te pido que seas objetiva durante un segundo... ¿De verdad ves eso cuando te ves al espejo?
-Es que... ¿de qué me sirve hacer el esfuerzo por un segundo? Si cuando voy a volver a mirarme al espejo voy a pensar lo mismo que antes.
-¿De verdad?
-Para ti es muy fácil dar estos consejos. Pero a veces es muy jodido creérselo por dentro.
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