sábado, 7 de enero de 2012

Acéptalo.

-Somos criaturas que procedemos de diferentes mundos, todo esto es muy difícil para ambos.

El ángel elevó su brazo derecho para conllevar su dedo índice en los labios de su amor en señal para que no dijese nada. Una vez que obedeció, el ángel bajó lentamente su mano hasta llegar a su pecho, observándole detenidamente los ojos del demonio.

-Lo único que nos diferencia es esto, tú no tienes corazón y yo si. No somos tan diferentes, ambos somos eternos. Tú vienes del mal y yo vengo del bien, pero no importa.-Tras exhalar una bocanada de aire, conlleva su mano, que permanecía en el pecho del demonio, a su mano derecha, guiándola para colocarla ahora en su pecho, provocando que el demonio sintiese los latidos de su corazón.- ¿Lo sientes? ¿Sientes cómo late cuando te tengo delante, verdad? -El demonio asiente con la cabeza mientras mira fijamente al ángel un tanto confundido sin entender a dónde quiere llegar. Cuando menos se lo espera, el ángel hace presión en su pecho utilizando como ayuda la mano del otro, travesando todos sus tejidos hasta llegar a su corazón. Hace una mueca de dolor con sus labios, soltando un pequeño gruñido a causa del golpe. El demonio asustado e impactado, aparta su mano sangrienta con rapidez. Acto seguido, el ángel coge su corazón, ahora muerto, y se lo tiende a su amor.- Ahora estamos en las mismas condiciones. Ten, acéptalo, es todo tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario